Poco se debían imaginar 8 agricultores de
Seattle que sus puestos para vender fruta y verdura se convertirían en uno de
los lugares más visitados de la ciudad. De eso hace más de 100 años, pero las
historias que se han sucedido durante todo este tiempo han sido lo que han dado
sobrenombre al Mercado de Pike Place: el “Alma de Seattle“.
Y es que 10 millones de personas pasan cada año por este famoso mercado,
inaugurado en 1907. El concejal Thomas Revelle, harto de ver la
indignación ciudadana ante los precios estratosféricos de los artículos de
primera necesidad, propone la creación de un mercado callejero sin
intermediarios. Los agricultores expondrían sus productos directamente a la
clientela. El éxito fue inmediato, y su política de venta, llamada “Meet the
Producer” (conoce a la persona que lo hace), aún sigue vigente hoy en día.
Situado en la calle Pike Place, con
vistas a la Bahía de Elliott, el conjunto lo forman diferentes edificios y
encontramos muchos tipos de establecimientos. Tiendas de ropa, artículos de
regalo, joyería, plantas, comida, discos… una lista interminable. Pero todas
tienen en común el aire de tienda independiente y artesanal. También es un
lugar ideal para encontrar algún restaurante, cafetería o panadería. De hecho,
en un edificio de la misma calle fue donde nació el
primer Starbucks (la gran cadena de cafeterías), expandiéndose luego
a todo el mundo. Tomar un café con tranquilidad en este local es tarea difícil,
ya que siempre suele estar lleno de turistas.
La entrada principal se encuentra en el
llamando Main Arcade, un edificio con forma triangular con tiendas en su
interior pero también fuera en la calle. Visitarlo los fines de semana se puede
convertir en una auténtica locura, por la cantidad de gente que nos encontraremos.
Asimismo, también será una experiencia única, ya que la multitud hace crecer su
leyenda. Tocar, remover, probar… mil experiencias sensitivas si paseamos por
las paradas. Ah! Y no debemos olvidar que encontraremos diferentes niveles, y
que vale la pena recorrer todos los rincones. De hecho, las plantas inferiores
suelen ser mucho más tranquilas y allí podemos encontrar tiendas más “exóticas”
(juegos de magia, posters antiguos…). Incluso se pueden contratar tours que el
mismo Mercado organiza para los turistas.
También encontraremos artistas callejeros
(algunos mejores que otros) que ofrecen su show a la multitud, ante la atenta
mirada de la cerdita Rachel, una cerdita hecha en bronce convertida en la
mascota no oficial del Mercado, y donde podemos depositar unas monedas en su
interior. Rachel recoge anualmente unos 7.000 dólares en monedas de
todo el mundo, que la Fundación del Mercado destina a servicios sociales.
Y aún es posible encontrar otro espectáculo
dentro de este gran mercado. Se trata de los pescaderos de Pike Place
Fish Market que con su manera de vender
el producto se ganan los aplausos de los cientos de visitantes que pasan cada
día. Cantinelas, fotos con enormes salmones, complicidad con los clientes, y el
lanzamiento de peces entre los vendedores, han conseguido aumentar la fama del
Mercado. Y sin reñir con la calidad, ya que venden una barbaridad, y pueden
enviar tu compra a muchos lugares del mundo.